One Direction, la banda icónica de la década de 2010, cautivó a millones de fans en todo el mundo con sus ritmos pegajosos y sus letras inspiradoras. Con integrantes como Harry Styles, Zayn Malik, Niall Horan, Liam Payne y Louis Tomlinson, la banda alcanzó una fama inigualable, pero lamentablemente se separaron y cada uno siguió su camino en solitario.
Sin embargo, el amor por One Direction y sus integrantes sigue tan fuerte como siempre, como lo demuestra el reciente estreno del documental de Louis Tomlinson, All of those voice. La película sigue la vida del artista desde sus días en la banda hasta su trayectoria como solista, lo que ha emocionado a sus fans en todo el mundo.
Louis Tomlinson presentó su documental en la alfombra roja que se llevó a cabo en el centro comercial Plaza Oasis, ubicada al sur de la Ciudad de México, en Coyoacán. A pesar de que los organizadores no esperaban una afluencia masiva de fans, la plaza estaba abarrotada de admiradores del talentoso cantante británico. Algunos incluso llegaron a acampar la noche anterior para asegurarse de obtener los mejores lugares en la alfombra roja.
Sin embargo, la gran cantidad de gente presente en la plaza comenzó a preocupar a los mismos fans, quienes compartieron en redes sociales que el espacio y las medidas de seguridad no eran las adecuadas. Los asistentes temían por su seguridad debido a la falta de control en la cantidad de personas permitidas en el lugar.
Según lo expresado por varios fans, se permitió el ingreso de más personas de las que podían ser seguras en el espacio, y los barandales del segundo nivel de la plaza no estaban diseñados para soportar tal cantidad de gente. A pesar de que solo colocaron vallas metálicas para contener a los fanáticos en la alfombra roja, no había suficiente control para asegurar la seguridad de los presentes.
Varias personas solicitaron el apoyo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para tener un mejor control de la cantidad de personas presentes, ya que temían que pudiera suceder algo similar a lo que ocurrió en Corea del Sur tras el concierto de Travis Scott. Aunque lamentablemente no recibieron respuesta, los fans mantuvieron su espíritu positivo y continuaron apoyando a su ídolo.
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