Gran revuelo ha causado la revelación de un esquema fraudulento tipo Estafa Maestra pero regionalizado en Jalisco y que involucra al Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez y su estructura de gobierno; la ruta del dinero lo liga incluso con Emilio Lozoya Thalman, padre del defenestrado ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, hoy prófugo de la justicia acusado por lavado de dinero y múltiples delitos de cuello blanco por la compra de Fertinal y el caso Odebercht.
En el esquema de nexos de corrupción son dos temáticas las que sobresalen: El programa “A Toda Máquina”, en donde se destinaron más de 3,600 millones de pesos en maquinaria pesada que se repartiría entre los municipios de la entidad. Este gasto generó sendas críticas al mandatario estatal al cuestionársele si dicha inversión era prioritaria ante el boom de violencia y auge del crimen organizado en todo el estado.
Diversos medios de comunicación documentaron la inusual velocidad con la que se operó el programa “A Toda Máquina”, el cual fue impulsado desde el gobierno estatal a través de mandos medios que agilizaron la compra mediante contratos de deuda multimillonaria para el estado que acota el margen de maniobra presupuestario para el sexenio.
La otra arista es la compra de medicamentos, la ruta del dinero alcanza al actual Secretario de Salud estatal, Fernando Petersen Aranguren, y a su antecesor, Alfonso Petersen Farah, quienes beneficiaron con contratos millonarios a PISA Farmacéutica, y a sus filiales DIMESA y SAFE.
La investigación refiere que ambos funcionarios de salud cayeron en conflictos de interés pues PISA Farmacéutica pertenece a sus familiares, quienes sólo en el primer trimestre de 2019 se les asigno de manera directa, 285 millones de pesos en compra de medicamentos.
SAFE es la división de PISA dedicada a la alimentación parenteral, a la cual recientemente le estalló un escándalo tras la muerte de 2 personas y más de 67 personas intoxicadas al contaminarse sus insumos con una agresiva bacteria.
El hilo conductor y principal operador recae en ambos casos en el empresario Guillermo Romo Romero, con quien el Gobernador se fue a ver un partido de la NBA de los Lakers de Los Ángeles (documentos sugieren que él mismo compró los boletos). El empresario presuntamente fue de los particulares más favorecidos cuando Alfaro Ramírez era presidente municipal de Guadalajara, a través de su empresa MEGA, con la cual ganó millonarios contratos en equipos de cómputo para el municipio.
MEGA es el nexo comercial en ambos temas, en su Consejo de Administración salta el nombre de Jaime Petersen Farah, primo del actual Secretario de Salud Estatal, y hermano de Alfonso Petersen Farah, cuya madre, Martha Eugenia Farah de Petersen, es accionista de la referida PISA Farmacéutica. Conviene acotar que el otro participante en el Consejo de Administración de MEGA es Emilio Lozoya Thalman, padre de Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Las indagatorias también muestran que Guillermo Romo y MEGA recibieron jugosos contratos con Alberto Uribe Camacho, ex Presidente Municipal de Tlajomulco en 2017 por más de 116 millones de pesos.
La presente investigación se revela en un incómodo momento para el Gobernador, quien ha sido evidenciado, al menos tres veces, fuera del estado cuando han estallado diversas crisis en la entidad, principalmente de violencia, o como el trágico desbordamiento del Río Apango, que costó 6 vidas y devastó mil casas en el municipio de San Gabriel, cuna del escritor Juan Rulfo.
Anexamos el PDF interactivo que circula en redes sociales donde se detalla la presunta red de corrupción en el Gobierno de Jalisco.
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